Sabrán que yo de belicosa no tengo nada, es más, mi corazón de gallina me enorgullece, eso de andar peleando y defendiendo el honor por mero gusto no es para mí, así que si viviera yo en el viejo Japón siendo un jovenzuelo a edades de agarrar espadas seguro ya hubiera muerto con el gaznate rebanado a manos de algún bárbaro.
Siempre había pensado que aquellos brillosos hierros cromados que usualmente vemos en las películas y que empuñados por Ninjas saltarines se asemejaban mucho al cuchillo mas filoso de la cocina con el que corto la cebolla, pero ¡oh inculta de mi!, ayer hurgando entre libros de ilustración y arte japonés, me encuentro con que las espadas samurái son una de esas bellas artes del antiguo Japón. Su proceso de elaboración, todo el arte y misticismo que encierran las hacen algo merecedor de conocer su historia.
Datan de por allá poco antes del siglo X en donde los samurái (cuyo significado es “los que sirven”) usaban sus heroicos servicios para servir y defender a los señores feudales de la guerra. Sus espadas eran armas tan poderosas que tenían la fuerza para cortar un ingenuo individuo en dos partes haciéndolo finos bisteces, así como la precisión para cortar un cabello humano.
El Origen de la Katana
La katana
japonesa se remonta a los siglos X-XII, cuando los chinos de la dinastía Song
introdujeron en el país una espada curva llamada "El destripador de
caballos", nombre dado por ser un arma utilizada en combate contra la
caballería pesada para destripar el vientre o atacar los cuartos delanteros del
caballo. Esta espada curva, más adelante conocida como sable, simplemente
evolucionó hasta la posterior katana japonesa.
Características
La katana era utilizada principalmente para cortar y, debido a su capacidad de producir heridas muy severas, era considerada una especie de "guillotina de mano". Se la desenvaina con un movimiento axial de rotación, llevando el filo hacia arriba y se la puede blandir con una o dos manos (siendo esta última modalidad la tradicional)
Partes
- Hamon: línea diferencial del temple de la hoja. Por ejemplo ondulada en el estilo Notare.
- Hi: Surco longitudinal en la hoja, utilizado para aligerar la pieza. Otra de sus funciones es absorber y repartir la tensión de los golpes, evitando el deterioro o la torsión de la hoja.
- Iori-Muné: tipo de nervio de la hoja sin rebaje.
- Kissaki: punta.
- Mei: firma del armero, normalmente en el Nakago.
- Mekugis: pasadores que sujetan la Tsuka (mango) al Nakago (espiga), solían ser de madera de bambú.
- Mekugi-Ana: agujeros para los pasadores.
- Menuki: aplicaciones metálicas ornamentales en los laterales del mango.
- Moto-Haba: ancho de la hoja.
- Moto-Kasane: espesor de la hoja en el Habaki.
- Mune: contrafilo.
- Nagasa: longitud.
- Nakago: espiga, parte de la hoja que entra en la empuñadura.
- Niké: rebaje del nervio.
- Saki-Haba: anchura de la hoja al comienzo del Kissaki.
- Samé: forro de la Tsuka. Solía ser de piel de tiburón o raya para evitar el deslizamiento del Tsuka-Ito.
- Sori: curvatura.
- Sugata: tipo de hoja.
- Tsuba: guarda, rodela. Solía decorarse con motivos naturales.
- Tsuka: mango.
- Tsuka-Ito: encordadura del mango.
- Yokote: línea que separa la punta del resto de la hoja.
Elaboración
Las espadas japonesas y otras armas cortantes eran fabricadas mediante un elaborado método de calentamiento reiterado, plegando y uniendo el metal. Esta práctica se originó debido al uso de metales altamente impuros.
La curvatura distintiva de la katana se debe, en parte, al trato diferencial durante el calentamiento al que es sometida. Al contrario que gran parte de las espadas producidas en otros lugares, los herreros japoneses no endurecen el sable completo; solamente el lado que posee filo. El proceso de endurecimiento hace que la punta del sable se contraiga menos que el acero sin tratar cuando se enfría, algo que ayuda al herrero a establecer la curvatura del sable. La combinación de un lado duro y un lado tenaz de la katana y de otros sables japoneses es la causa de su resistencia a pesar de retener un buen filo cortante.
El pulir una katana es la parte final del proceso y en donde saldrá la belleza que la hará única, a base de piedras especiales y pulimentos, 10 días de trabajo en manos expertas proporcionaran el alma a la katana. Una vez pulida y con el brillo sacado, el pulidor se concentra en la punta, que para ellos es muy importante, dicen que es como maquillar una cara porque esa cara es la que se mostrará al mundo. A algunas les eran trazados en la hoja significativos adornos, muy comunes eran los símbolos de una familia o estirpe, otros eran los muy alabados dragones que significaban la fuerza, o también les dibujaban los cuatro elementos como símbolo de protección.
Les dejo con un interesante documental hecho por National Geographic… im-per-di-ble… en serio, y más si son ustedes de espíritu belicoso.
La espada samurai
Hay mucho que hablar sobre este fascinante tema el Arte de las Espadas Japonesas.
Bibliografía